Libro El Bus de la Energía

21 Ene Libro El Bus de la Energía

Retomo la costumbre de revisar lo escrito hace años y modificarlo/ampliarlo con las certezas o pensamientos actuales. En esta ocasión, un par de post escritos en septiembre de 2011 sobre el libro «El Bus de la Energía«, escrito por Jon Gordon.

En letra «normal» lo escrito en aquella época. En letra «negrita», las certezas/pensamientos actuales.

HOY HE VUELTO al trabajo. Parafraseando a Emilio Duró, he apretado los puños, echado los hombros hacia atrás y dando unos pequeños saltitos, he gritado: ¡SIIIII!, ¡YO PUEDO! ¡Voy a comerme el mundoooo!

Sigo con ese mismo pensamiento pero de otra manera. (1) Compórtate como si fueras el gerente de tu propia empresa. (2) Si quieres tener una cualidad, compórtate como si ya la tuvieras.

Dicho y hecho. He entrado por la oficina como un vendaval dando besos a diestro y siniestro, estrechando manos y dando palmadas en los hombros. ¡SIIII! Como se dice en la portada de éste libro: ¿Qué es un hombre sin energía?Nada. Absolutamente nada.

El post se escribió a la vuelta de las vacaciones. 5 Buenos días son los que digo desde que entro por la puerta de mi organización hasta que llego a mi «morada laboral en forma de mesa». Un día de esta semana, me contaron que en los pasillos de cierto hospital universitario, colocan siluetas de cartón pluma a tamaño real de personas, de manera que cuando los estudiantes -futuros médicos-, pasan delante de ellos, los tienen que saludar. Energía, sí (potencia) y Educación (con control). 

El autor -Jon Gordon-, nos enumera las Diez Reglas a cumplir para llenar de energía positiva nuestra vida. Se trata de una entretenida historia que comienza cuando George, -su protagonista- tiene un día aciago en el cual todo le sale mal. Forzado a tomar el autobús para ir al trabajo, se encuentra con un peculiar conductor que pronto le hará replantearse muchas de las cosas que hace en su vida. Para ello le aconseja que lleve a la práctica, una serie de reglas:

Parada nº 1: Tú eres el conductor de tu bus. Este es tu bus de la energía. Tu eres el conductor. Puedes llevarlo al cine, a la playa o al Polo Norte. Di adónde quieres ir y cree en que así será. Cada viaje empieza con el deseo de ir a algún sitio y hacer algo. Si tienes el deseo, también tienes el poder de lograr que se lleve a cabo.

Persigue tus sueños. Si tú no decides, otros decidirán por ti. Trabaja tu futuro desde hoy. Intenta poder responderte algo, si dentro de 10 años te preguntas… ¿qué hubiera pasado si?

Parada nº 2: Deseo, visión y concentración llevan tu bus en la dirección acertada. Sin concentración no se construyen edificios, no se pintan cuadros y la energía se desperdiga. La ley de la atracción dice que cuanto más nos centramos en algo, más pensamos en algo y por tanto más presente se hace en nuestra vida.

El que mucho abarca poco aprieta. Intenta focalizarte y seguir un camino. No pretendas tener todas las certezas nada más empezar. Tu camino se irá conformando según avances.

Parada nº 3: Alimenta tu viaje con energía positiva. Cuando se te amontone el trabajo encima de la mesa, piensa en lo agradecido que estás por tener un trabajo cuando hay tantos en el paro. Cuando el trabajo te vuelva loco, piensa en el hecho de que tienes salud para trabajar. Donde hay algo negativo, siempre hay algo positivo. Donde hay una nube, siempre está el sol brillando detrás. ¡Ojo!, porque allí donde haya un vacío, la negatividad lo llenará, así que debemos seguir alimentándonos con energía positiva para que la negativa no tenga espacio para expandirse.

Conversación de ayer en el puesto de atención al cliente de una gran superficie:

–  Qué pesados somos la gente, ¿verdad?,

– ¡Oh, no! Si no fuera así, yo no tendría este trabajo…..

Parada nº 4: Invita a otros a subirse a tu bus y comparte con ellos tu visión de la carretera que tenéis por delante. Cuantas más personas recojas por el camino en tu bus, más energía crearas durante el viaje.

Añado el famoso proverbio: «si caminas solo llegarás rápido, si caminas acompañado llegarás más lejos».

Parada nº 5: No malgastes tu energía en los que no se suben a tu bus. Algunas personas se subirán a tu bus y otras no. No te preocupes de los que no se suban. No malgastes tus energías en ellos. No intentes hacer que suban. No puedes conducir el bus de nadie más. Los vendedores lo saben muy bien. Si se dejan atrapar por los rechazos, pierden la energía para buscar nuevos clientes y pedir a otras personas que suban a su bus.

Me viene a la cabeza el libro «La isla de los 5 faros» de Ferrán Ramon Cortés. Soy un faro: todo aquel que quiera entrar a mi puerto, encantado. Sigue mi foco, te guío. Quién no esté interesado en entrar a puerto…. por allí, alta mar.

Parada nº 6: Pon un letrero que diga: NO SE PERMITEN CHUPADORES DE ENERGIA en mi bus. Tienes que ser fuerte y decirle a la gente que no vas a permitir ningún tipo de negatividad en tu bus. Como se dice en la Regla nº 1, tú eres el conductor y por tanto el que tiene reservado el derecho de admisión. Al que sea negativo, échalo de una patada o no le abras la puerta en la parada.

Evita toda fuente de energía negativa, sean personas lugares o hábitos. Ignora a aquellos que tratan de desanimarte. Pronto se quedarán atrás.

Parada nº 7: El entusiasmo atrae a más pasajeros y los llena de energía durante el viaje. Walt Whitman decía que convencemos por nuestra presencia y que cuando eres entusiasta, proyectas una energía que convence a los demás. Se trata de una energía poderosa.Acuérdate del entusiasmo que pusiste en conseguir una cita con tu pareja. Ese entusiasmo acabó influyendo en que él o ella te diera una oportunidad.

Dos aportaciones: (1) Saber hacer & Hacer Saber, complementarios y necesarios para contar con viajeros. (2) No se trata de lo que tú digas de ti, sino de lo que los demás dicen de ti. Hay cosas que no se dicen… tienen que ser escuchadas.

Parada nº 8: Ama a tus pasajeros. Puedes dar todos los trofeos y recompensas que quieras. Incluso un aumento de sueldo será una buena idea, pero al final el regalo se olvida y la alegría del aumento se va desgastando. Así que no sólo te bases en eso. Debes generar emociones y sentimientos. Eso siempre perdura. Tus pasajeros necesitan saber que los quieres, que te importan, que te preocupa su futuro y su bienestar. Si tú los amas, ellos te amarán.«Las personas no nos quieren por lo que somos, sino por cómo las hacemos sentir».

Lo que das te lo das, lo que no das te lo quitas. 

Parada nº 9: Conduce con un propósito definido. El propósito definido es el combustible definitivo para tu viaje. Cuando conducimos con un propósito definido, ni nos cansamos ni nos aburrimos, y nuestro motor no se quema.

Si pinchas, repara la rueda. Si se estropea tu bus y no sabes arreglarlo u otros lo hacen mejor… cuenta con ellos. Conduce hacia adelante, sin dejar de ver los retrovisores. No decaigas. Los que abandonan nunca ganan; los que ganan nunca abandonan.

Parada nº 10: Diviértete y disfruta del viaje. Hay demasiadas personas que creen que van a vivir para siempre. Se pasan la vida acumulando riqueza, posesiones y poder…. para dejarlo todo, cuando se acaba el viaje del bus. ¿Te lo puedes llevar contigo?

Goza de la vida de hoy: el ayer se ha ido, el mañana tal vez no llegue nunca. No seas de esos a los que escucho: ¡jo… es lunes!, ¡buffff…. es martes! Así hasta que llega el viernes.

#AbiertoHastaElAmanecer para vuestras ideas, reflexiones o sugerencias.

Gracias por vuestro tiempo.

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